miércoles, 8 de julio de 2009

The maiden in white




Miró hacia delante. Nada. Miró hacia atrás. Nada.
Tal vez en esta ocasión sería el empleado del mes, tal vez este mes su sueldo se vería aumentado, tal vez este mes se enrollaría con alguien, se casara y por qué no, tuviera un par de hijos y a vivir con el perrito de los sueños, y todo en un único fascículo, qué fabuloso, espléndido, magnífico…
Siéntate y reflexiona.
Miró hacia la derecha. Nada. Miró hacia la izquierda. Nada.
Aquel anciano se encontraba repasando cada uno de los momentos por los que su vida había cobrado un sentido…¿Qué significaba? La humanidad de su persona lo sabía, en el fondo, sí; pero su caparazón arrugado no hacía más que intentar buscar una escapatoria lo más sencilla posible. No podía engañar a su humanidad, de qué iba a escapar si no. Algo en su interior quería deshacerse de ese caparazón, pero a su vez lo agarraba fuertemente como si sus dedos se hubieran fundido en él. Sus huesos inmóviles, fijos, tan sólidos y frágiles como un carámbano de hielo apresaban la cruel irrealidad.
Miró hacia arriba. Nada. Miró hacia abajo. Nada.
Una marcada vida de éxitos, eso es en lo que había consistido su quimérica realidad. Sin embargo, por una extraña razón, no conseguía una nítida visión. Por más que sus párpados se situaban de forma que la fuerza visual fuera más y más poderosa; había algo que le impedía llegar a tal punto. Entonces, se dio cuenta de que una leve cortina de niebla se iba sinuosamente depositando a escasos metros de donde se encontraba. Sus pulmones no parecían asfixiados; misteriosamente, su respiración permanecía constante, resonaba en las paredes del vasto espacio en el que se hallaba. NADA más estaba ahí, acompañándole, arropándole con sus suaves abrazos, suaves y cautivos abrazos…
Tus ojos despiertan aturdidos…mientras que la doncella de blanco envuelve en besos sellando tus manos, tus brazos, tu cuerpo…

3 comentarios:

  1. Así es, miramos atrás, y nuestra vida no ha dejado huella alguna. Al poco caemos en el olvido.
    Sin embargo, nosotros nos llevamos una parte del mundo con nosotros; nos vamos con todo lo vivido. Y eso es poco para el mundo, pero mucho para nosostros. Pero hay mucha gente que no lo sabe apreciar, y prefiere sacrificar una vida sóo por un éxito efímero.

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  2. Su crítica prfesional comenta: =)
    1. No es "basto", sino "vasto", que una vez ami me pasó lo mismo.
    2."un par e hijos" El error es evidente. =P

    Por lo demás bien, si no he entendido mal trata de aguien que se ha pasado la vida cosechando éxitos pero en su vejez nada más que le quedan recuerdos y ningún ser querido que le acompañe. ¿O no?

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  3. Un texto sin diferentes interpretaciones no sirve para mucho. La verdad, quería plasmar la soledad del ser humano. En ocasiones, creemos sentirnos bien con nosotros mismos, haciéndonos creer cosas que en realidad no son así, en ciertos momentos nos engañamos a nosotros mismos, pero al final o en un punto del camino, nos damos cuenta de que no hay nada, que nuestra vida está vacía.
    Vemos al anciano que se da cuenta de ello, pero es al final, cuando somos nosotros los que caemos en la cuenta de ello, somos el anciano, el cual no es más que un mero refjlejo de nosotros mismos

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