martes, 13 de abril de 2010

I*



Piensa, piensa, piensa y piensa…
No puedo parar, los pensamientos me acorralan. Quiero escapar. Las cadenas me lo impiden.
Desear ser irracional en este instante para poder huir de todas estas ataduras.
Tranquilidad la de mi mente en blanco.
¡Que la mar embravecida se calme!
¡Rayos, truenos y centellas!